En la profundidad del bosque

Ishtar siente la humedad de la lengua de Evan recorrer su vientre, cuando empieza instintivamente a mover su pelvis, al notar como el elfo extrae su miembro y vuelve a introducirlo repetidas veces, provocándole un intenso placer que hace que se muerda con más intensidad su propio labio inferior.
Sus manos que estaban acariciando su espalda clavan ligeramente sus uñas en los omóplatos como reacción a los gruñidos que emite él.
La húmeda lengua de Evan paseándose por su torso hasta su pecho hace que sus vellos se ericen en todo su cuerpo, y sin quererlo se contonee imperceptiblemente suspirando con fuerza y gimiendo de placer a cada nueva penetración. Gime con los ojos cerrados y reclinando la cabeza hacia atrás para cederle el cuello a su antojo, siente tanto placer, se siente en la gloria yaciendo con el Guardián del Bosque, sintiéndose suya...

Tras decir su nombre, le mira a los ojos sin parpadear. Envueltos en sudor y en puro placer gimen al compás de Evan. En sus ojos nota una intensidad diferente, la energía les rodea y brota de cada poro de sus cuerpos. Respira jadeando entre gemidos de placer, muerde su labio inferior con picardía sin dejar de mirarle, un brillo especial brilla en sus ojos que los vuelve de un amarillo más intenso. Araña con cada uña de sus dedos la desnuda espalda de él, acompasándose a su ritmo y casi sintiendo como están ambos a punto de alcanzar el clímax...

Nota que está a punto de alcanzar el máximo placer cuando siente como Evan se arquea y al mismo tiempo que él tensa todo su cuerpo, apretándole con sus manos los hombros con ganas pero sin hacerle daño y soltando un prolongado suspiro. Siente como la invade una sensación hermosa, es magia pura, que rodea ambos cuerpos y hace que vibre cada poro de su ser. Suelta despacio los hombros de Evan, con los ojos aún cerrados con intensidad y relajando lentamente todos sus músculos. Abre despacio sus ojos y le mira fijamente tras escuchar su pregunta - Evan... soy tuya desde el día en que te conocí... - le dice mientras ladea la cabeza mordiéndose el labio inferior juguetona y sin parpadear, aún respirando algo agitada...