Un viaje largo

-Si es lo que deseais intentadlo, Alywe- dije con una media sonrisa pícara oculta bajo el casco.
Di un salto hacia atrás cubriendo dos metros, desenfundé mis dos espadas y cogí mi espada y mi escudo. Era probable que me hubiese reconocido por mi mirada, mis ojos, mi voz, el saber su nombre y mi rapidez cambiando armas, pero así el juego sería más divertido, así además de luchar un poco comprobaria si Alywe es capaz de hablar y chocar armas al mismo tiempo.

Me coloco en posición de guardia, colocando mi escudo frente a mi cuerpo y mi brazo extendido diagonalmente hacia abajo empuñando la espada, con la punta mirando al mismo sitio que el escudo; al contrario.

Al ver su brazo vi sus intenciones y me agaché hincando una rodilla en el suelo. La daga pasó por encima mía, pero de repente Alywe me escupió una gran bocanada de fuego.
¿Mi reacción? Me encogí tras el escudo haciendo que me cubriese totalmente, haciendo que el fuego se dispersara por los lados y por encima del escudo.
Al llegarme el mensaje telepáticamente dije:
-El único calor que siento es el del fuego que me rodea. Tendrás que trabajarlo más para fundir mi armadura jaja.
Desconozco si aún no me reconoció, lo único que se es una cosa: mis habilidades humanas sin magia poco tenían que hacer contra ''seres fantásticos'' (según mi pueblo).
(Piensa Canset... ¿Cómo podría luchar contra el aliento de un dragón?
Empiezo a reflexionar mientras sigue con la bocanada de fuego y, poco a poco y forzadamente, comienzo a moverme hacia atrás aún cubriendome del todo.
(Un momento... creo que ya lo tengo. Si consigo alejarme de la bocanada perfecto, pero si no, esperare a que se canse...

Al notar que ya no escupía fuego y que decía eso en tono burlón, me levanté ipso-facto y, mirando por encima del escudo pero siempre frente a mi torso, cargué contra ella para placarla y tirarla al suelo. Podría haber lanzado mi hoja auxiliar de sorpresa, pero no quería herirla hasta tal punto.

Al ver que suelta una bocanada de fuego, me lanzo al suelo y ruedo hacia la izquierda. Al lanzarme y rodar hizo que me colocase justo al lado de Alywe, así que con mi escudo le lancé un golpe al torso ayudándome del cuerpo entero para derribarla.

Spoiler:

Jajaja, al fin te diste cuenta. Mi escudo no tiene importancia, es de un buen metal, las apariencias engañan. Además, me darán nuevo equipamento en la guerra a la que estoy destinado...
Enfundo mi espada y coloco el escudo en mi espalda.
-Algún día tendremos que esforzarnos 100%, sin ir a muerte claro jeje.

Me llevo las manos al casco.
-¿Porque no te esforzaste totalmente no?
Me quito el casco y me lo apoyo entre el antebrazo y el cuerpo, dejando ver mi rostro, con el cabello un poco más largo que la anterior vez y con un consistente vello facial ((que no barba))

-Crei que dejandome un poco de vello facial estaría mejor que completamente afeitado. En fin...
Me acaricio el rostro como despejandome la cara.
-La causa oficial es agrandar los territorios de mi pueblo; desde mi ida no han conseguido ninguno más. ¿La causa verdadera? Matarme...
Miro al frente y sigo el camino con la vista y, cambiando de tema, le pregunto.
-¿Hacia dónde te diriges?

-Vaya, no me bastaba con espantar al señor con el que me cruzo siempre cuando voy a la ciudad. En fin... jeje.
Camino al lado de Alywe, pensando y reflexionando sobre la guerra.
-¿Te acompaño? No tengo mucho que hacer esta vez por las zonas civiles, además, busco ''un ser mágico que represente la valía de nuestra tierra con su apresamiento y sacrificio''. En otras palabras, me han mandado capturar un ser no-humano, sea bestia o no lo sea. A lo mejor lo encuentro viajando un poco.
Me acaricio la perilla al no visualizar ninguna montaña en la dirección del camino y pienso en el mapa de las tierras humanas...
-¿Vamos hacia el este o hacia el oeste? Estoy algo desorientado.

Me río por la broma de Alywe y cruzo los brazos pensativo. Entonces me fijo que las montañas están a nuestra izquierda, y al fin caigo.
-Estamos caminando hacia el oeste. La isla humana hace frontera marítima con otra isla humana de la que no sé mucho y las tierras élficas. Bueno, sigamos y ya el camino nos llevará.
Me coloco de nuevo el casco, cubriendo mi rostro, y cruzo de nuevo los brazos para andar, mirando al infinito, pensando en la criatura y en estrategias militares...

-¿Que os ocurre, Alywe? Andais torpe, tropezando. comenté tras un rato viendo los traspies de la dragona.

-¿Tu familia tiene un código dragónico? ¿Algo así como una ley? pregunto, desconcertado.

-Os sorprendería la incultura y marginación de mi pueblo ante las otras razas... En mi pueblo no tienen información apenas de las razas externas, solo los lectores más apasionados, como yo, sabían algo de estas. De los dragones leí de todo, desde bestias respetuosas e imponentes a monstruos voraces. En cuanto a la forma humana y el control de la metamorfosis, no leí nada. Cuando era joven creí que los dragones siempre tenían esa forma, luego a través de un comerciante (por él mismo, era un dragón que nunca se convertía) me enteré de que los dragones podían transformarse a una forma humana.
Miro a Alywe con cara pensativa y añado:
-Vuestra familia debe tener un código más pacífico que bélico, ¿cierto?

Alywe hace una mueca y mira hacia arriba. Luego llena de aire los pulmones y suspira.
- Mi familia... es pacifica, siempre que no se la provoque. Tambien hay luchas entre clanes, como pasa con los humanos. Pero sobre todo, lo mas importante para ellos es saciarse de conocimiento, aunque no son muy dados a la aventura. Tampoco les gustan las relaciones interraciales o simplemente no apoyan mucho que alguien renuncie a su forma original durante demasiado tiempo, si la va a usar para no aprender nada. -luego expone unos ejemplos- Por ejemplo, cuando pise por primera vez el mundo de los humanos recopile durante años vuestro saber: culturas, dialectos, historias... en ese caso se ve logico que estes en tu forma humana. Pero cuando decidi tener una vida de descubrimientos y aventuras junto a humanos... cambio la cosa. Esta bien descubrir, pero hay que elegir bien la compañia.- despues hace un repaso a ver si se deja algo y concluye - mas o menos es eso. ¿Y como es vuestro pueblo?

-Mi pueblo... mi pueblo ha tenido dos épocas esenciales. Cuando era joven y estaba todo el dia entrenando o leyendo, mi pueblo era muy pequeño y estaba rodeado de montañas. Principalmente vivía tanto de la agricultura y de la ganadería como del comercio con los pocos comerciantes que venían. Luego, el nuevo jefe del pueblo fue un guerrero, así que uno de sus principales intereses era la guerra. Anunció la guerra a uno de los pueblos vecinos para quedarse con el pueblo y los territorios circundantes. Entonces todos los pueblos de unieron en dos alianzas e iniciaron una guerra, que coincidió con mi unión a los guerreros de mi pueblo. Luché en la primera batalla... mientras digo esto saco de el interior de mi cota mi colgante -...y gané esto. Mi pueblo se comenzo a extender con cada lucha, y acabó ocupando media cordillera cuando me fui. Desde entonces no he sabido nada de ellos... hasta ahora, con la nueva guerra.

Spoiler:

-Vamos por partes...
Me despejo la cara con la mano y prosigo.
-Me fui de mi pueblo porque no estaba de acuerdo en que no me dejasen luchar ya que era ''un valioso guerrero'' como para ponerme en una primera linea, pero tambien me fui por la tiranía que estaban haciendo. Aunque siempre amé la guerra, en estos ultimos tiempos... mis pensamientos bélicos cambian. En cuanto a la caza es un símbolo de fuerza frente a los otros pueblos. Casi todos los pueblos harán lo mismo, o en otras palabras, casi todos los pueblos se han vuelto locos...
Mantengo mis ojos fijos en los de Alywe cuando digo esto ultimo, cosa que no suelo hacer desde tan cerca con mi peculiar mirada.