Un viaje largo

Al ratillo de dormirme me desperté oyendo algo. Abrí los ojos, ladee la cabeza y vi a Alywe destapada. Se notaba que estaba sudando un poco, y estaba algo agitada.
(Vaya... la herida le afecta sobre todo cuando duerme...)
Me levanto y me asomo a la entrada de la cueva sin hacer ruido. Estabamos en plena noche, y los vientos se habían ido, solo quedaba una muy fría brisa nocturna. Volvi hacia Alywe, corté con la hoja auxiliar un trozo de piel de oso, volví a la entrada, lo restregué con nieve durante un rato por la parte donde no tenía pelo hasta que noté (quitandome uno de los guantes) que estaba suficientemente frío sin nieve. Entonces, con cuidado de no despertarla, le pongo el trozo de piel en la frente y se lo sujeto con la mano, con la esperanza de que la aliviase, durante un rato...

Me recorre de repente un escalofrio que me hace abrir un poco los ojos, apenas una rendija, pero no veo nada, toda la vista borrosa. Decido usar mis ojos de dragona y noto que fuera todo sigue igual de frio, me miro y veo que conservo el calor, pero me noto debil

- ¿tenemos comida? - digo en voz baja - me siento mareada... Pero cuando salga el sol salimos

Dejo el trozo de piel en el suelo. Entonces, de un saquito que tengo guardado debajo del cinto, saco un objeto envuelto de una tela notablemente herbácea. Aparto las telas para dejar el último trozo de carne del oso, el cual cogí por si acaso.
-Por suerte, guardé el trozo de oso que sobró. Ten, no estará muy caliente que digamos, pero servirá. digo, ofrenciendole el trozo (sujetandolo por la tela, evidentemente).

Lo mire y lo medite - no... cuando vayamos a salir lo comere- dije apartandolo - y si tengo ocasion cazare algo durante el vuelo, el trayecto es cuesta abajo, sera mas sencillo

Aunque tenia miedo de volar encontrandome mal, mas que por mi propia integridad, porque si caia, Canset seria el mas perjudicado en todos los casos, aunque si cayera su muerte seria mas rapida que la mia, que probablemente, quedaria paralitica y el invierno y las bestias me consumirian si no lo hacia antes el veneno.

- Estoy pensando... espero que el viaje vaya bien, si algo va mal, intentare dejarte lo mas cerca del suelo posible, y si te digo que bajes, bajas -dije seria y en un tono algo mas elevado

-Si estas tan mal no deberiamos volar. Y deberias comerte el trozo de carne, pero bueno, más vale tarde que nunca... dije, guardando el trozo envolviendolo en la tela.
-No estamos tan lejos, tardaremos un sexto de día en llegar aproximadamente, o incluso menos, a pie. ¿Crees que sería mejor ir volando o a pie? dije, todo esto (inclusive lo anterior) con seriedad.

Pense durante unos instantes, estaba mal, pero el trayecto como habia dicho era corto, incluso solo planeando llegarian pronto a tierra, el resto podrian terminarlo a pie

- Bajaremos volando, podre hacerlo, el resto lo haremos a pie- luego recapacito - ¿podras permanecer en vigilia lo que queda de noche? Podrias dormir un poco

-He sido entrenado para permanecer en vigilia mucho tiempo, y yo he practicado desde que ese entrenamiento no es obligatorio. No será un problema, supongo.
Dicho esto retomo mi sitio, solo que esta vez sin la intención de dormir. Me quedo mirando las calientes rocas y calentandome las manos.
-Descansa lo que queda de noche, me encargaré de despertarte si no lo hace la luz del alba.

Pase el resto de la noche dando alguna que otra vuelta, y cuando note que iba a amanecer, me quite la piel del oso, la doble y la enrosque como si fuera un saco y me encamine hacia la entrada, habia estado pensando como tomar mi forma natural, y habia decidido hacerlo de la manera mas radical

- Ahora vuelvo- dije mientras salia y sacaba las alas lanzandome al vacio, donde tuvo lugar la transformacion.

"Alcanzame ese trozo de carne y sube" dije mientras me apoyaba con una pata a modo de puente y mantenia el equilibrio en el aire para no resbalarme

Subí como la anterior vez por la pata y me senté en el lomo, aferrandome al cuello, aunque antes de ello le ofrecí el trozo de carne.
-¿Podras volar en condiciones?

Una vez subido, me solte de la roca y me coloque en una posicion mas comoda, aunque el trozo de carne era pequeño, necesitaba comer algo, abri la boca para que Canset lo arrojara dentro, y lo trague.

"Al menos podre descender, aunque no pueda recorrer mucho, bajo esta forma me encuentro mejor" le transmiti y fui descendiendo poco a poco, aleteando un par de veces y aprovecando el impulso para planear. Llevaba un buen ritmo de bajada cuando note que me estaba adormeciendo, unos giros bruscos para darme cuenta de ello me hicieron ampliar la velocidad para llegar cuanto antes a tierra. El frio se apoderaba de mi, no podia permitirlo.
Baje todo lo que pude hasta un valle donde ya daba el sol, una vez a una altura baja me dirigi a Canset "salta". Estaba desfallecida por la perdida de energia y algo cansada, aunque al menos la sensacion de somnolencia se estaba pasando.

Nada mas recibí la orden de Alywe salté de inmediato. Caí y rodé para amortiguar la caída. Lo cierto es que me pasé un poco rodando y di unas 5 o 6 vueltas, pero al terminar caí boca-arriba, me levanté y me acomodé la armadura.
Entonces miré hacia arriba, pendiente de Alywe, y siguiendola un poco a paso ligero.

Segui volando un rato para ir descendiendo poco a poco y fui volviendo a mi forma humana dejando las alas para poder tomar tierra de manera facil, una punzada en el estomago me hizo perder la concentracion y cai sobre las alas, envuelta en ellas como un murcielago para no hacerme daño.

Una vez en el suelo las guarde y me puse de lateral. Me levante algo mareada con una mano en el estomago y la otra haciendo equilibrio con el cuerpo

- ¿Estas bien? Siento mucho haberme quedado medio dormida - dije algo avergonzada

-No pasa nada, tranquila contesté con una sonrisa invisible tras mi yelmo.
-¿Y tu? ¿Como estás? dije poniendo una mano en su hombro como signo de preocupación.

Esboce una sonrisa optimista, pero luego baje la cabeza -no, no me encuentro nada bien, ya no es solo este veneno... si no que la forma de dragon me agota mucho- luego, haciendo un esfuerzo, me puse bien en pie y mire hacia donde debiamos ir - quiza encontremos aqui mas comida, y pueda recuperarme en parte, despues podremos seguir hacia el pueblo, al menos aqui no pega tanto el frio

-Ve tu delante, así tu marcas el ritmo. Y si te ocurre algo puedo estar más atento...
Dicho esto ambos comenzamos a caminar. Desde luego el ambiente era menos frío que en la altura de aquella cueva, y eso se notaba y se agradecía.
Estuvimos caminando un rato, y entonces volvió a aparecer la columna de humo, ya mucho más cerca.
-Ya queda menos. Espero que encontremos a alguien que pueda ayudarte, sino sera complicado...

Caminando, me iba fijando en cada piedra, cada arbusto, algun que otro gusano y alguna oruguilla, se notaba que la primavera estaba surgiendo mas tarde alli que en el resto de lados.
Su paso era lento pero continuo, se encontraba mal, pero debia sobrevivir "solo em falta que un estupido hibrido me mate". Cuando Canset hablo de encontrar a alguien que la asistiera, se fijo en que habia una columna de humo, bueno, varias a lo lejos. Seguramente las chimeneas de algun pueblecito. Olio el aire... eran humanos, no sabia de que tipo, pero al menos no era nada fuera de lo normal.

- Casi se me olvida - dije parandome para que Canset se situara a mi misma altura- no dejes que toquen mi sangre con manos desnudas, si lo hacen que se laven en seguida- y dicho esto, quito las escamas de su muñeca y la cubrio con algo de tela.

-¿La sangre de los dragones es tóxica para los humanos? No lo sabía... buen aviso.
Esta vez andé a su misma altura.
En el suelo la nieve se iba haciendo cada vez menos notable, se notaba que ibamos descendiendo. Paró de nevar hace unos minutos, o no nos dimos cuenta o abandonamos la zona de nevadas.
Tras un rato caminando al fin los árboles se hacían más abundantes, estabamos entrando en un pequeña zona boscosa que rodeaba al pueblo, aunque no era un bosque por la separacion de los árboles y la poca espesura de estos y la vegetación (sin tener en cuenta que es una zona de nevadas).
Al poco rato vimos la ''puerta'' del pueblo: el pueblo estaba rodeado de un pequeño muro de madera de aproximadamente dos metros. Por el tipo de construcción la intención de ese muro no es proteger a las gentes de un ataque, mas bien de los animales. Las puertas, mas finas y pequeñas que el muro (1 metro y tres cuartos aproximadamente) de una madera más oscura estaban abiertas de par en par.
-Al fin llegamos... desde luego no es una ciudadela fortificada ni un castillo, pero debe haber algun medico... ¿Vamos? le pregunté de forma retórica, ya que me encaminé al interior del pueblo.

"No todas las sangres de dragones son toxicas, la mia si. Afortunadamente, otros tienen acido" le transmiti antes de entrar en la aldea.
Le segui y mire el tipo de fortificacion, por llamarlo de alguna manera, mas bien parecia un pueblo muy pobre, con un ambiente muy cargado de humo y cenizas proveniente de las chimeneas, y con las calles llenas de barro a causa de la nieve derretida. No era una imagen muy bonita, salvo porque habia unos cuantos niños que jugaban con un perro en el barro y parecian divertirse, se quedaron quietos ante la presencia de los forasteros, se susurraron algo y corrieron a sus casas. Durante los susurros que intercambiaron, no pude evitar querer escuchar lo que se decian asi que decidi entrar en su pensamiento "esos... hambre... que raros...el perro sigue jugando... sera mejor que entremos... vaya estoy lleno de barro me regañaran... en casa, pueden ser peligrosos avisemos a nuestros padres... vamos chucho!"
Los pensamientos de los niños siempre son algo desordenados, se desconcentran con facilidad pero se les entiende. Adverti con una señal a mi compañero para que estuviera alerta de lo que pudiera pasar. Aqui y alla se alzaban chamizos de adobe y madera, algunos de piedra y con un techo de cochambrosa paja, en mal estado a causa del tiempo, pudriendose.
- Deberiamos buscar un adulto y presentarnos ante el jefe- sugeri

-Si, y...
Me quito el casco y me arreglo un poco el pelo con las manos.
-...mejor me quito el yelmo. Este yelmo no solo tiene fama de ocultar la identidad, sino de imponer miedo... y no creo que eso convenga en un pueblo como este dije, esto ultimo susurrado.
Nos adentramos en el pueblo y algunos nos miraban de forma extraña, algunos otros no, pero eran minoría. Avisté un puesto de comida y me acerqué a la encargada, una joven peli-naranja de unos 20 a 25 años y 1.70 m de altura aproximados, que vestía una camisa de tela y unos pantalones, ambos blancos, y un mono de color verde.
Al acercarme me miró con una mezcla de sorpresa, curiosidad y temor.
-Buen día, señora. ¿Podríais indicarme dónde está el jefe u encargado de este vuestro pueblo? dije, lo más educado que pude.
Entonces ella levantó el brazo y señaló a una cabaña, la más grande que se veía, al fondo de la calle principal.
-Gracias.
Me acerqué a la cabaña y esperé a que Alywe viniese a mi lado para llamar ambos.

Spoiler:

Me pare a unos pasos de la entrada y donde se situaba Canset. Con la mano izquierda me sujetaba el brazo herido, y no estaba segura de si entrar o no. Finalmente resople y avance, mire a Canset y luego a la puerta y llame. No fue una sorpresa que estuviera a medio derrumbarse. Una voz grave y algo ronca salio del interior diciendo "Quien va?" me limite a responder

- Somos forasteros de lejanas tierras, venimos por ayuda- tras decir esto, hubo un silencio sepulcral. Luego se abrio la puerta con un chirrido y el que estaba sentado en lo que parecia una especie de trono, hizo una señal para avanzar. El hombre rondaria los 40 años, pelo alborotado y gris oscuro, seguramente de joven lo tuviera negro, nariz aguileña, rostro palido algo quemado por el frio, de constitucion bastante fuerte, rostro enjuto, ojos pequeños y grises, pero escrutadores. La sala estaba cubierta por pieles de osos, tanto paredes para que no pasara el frio como el suelo, que ademas, era de madera. La iluminacion era algo pobre, si bien tenia en un costado una chimenea y luego habia pequeños hogares alrededor excavados en el suelo. El ambiente era calido, lo cual agradeci.
Una sola señal del lider basto para que se cerrara la puerta y unos guardias, por llamarlos de alguna manera, nos quitaron las armas.
- ¿A que venis?- dijo una vez hecho esto.
- Necesito ayuda- es todo lo que dije bajando la cabeza en señal de respeto y mostrando mi brazo.

-Hemos sufrido el ataque de una bestia en nuestro viaje. Yo he salido ileso, pero a ella le logró morder y parece ser que ha acontecido una mala reacción. Pensamos que puede ser una especie de veneno, o virus. Hemos venido por atención médica. dije, mientras, hasta la mitad de lo dicho, mantenía un saludo que consistía en apoyar el puño derecho cerrado por la zona del corazón y pegar el resto del brazo al torso, con una leve inclinación.

El lider nos estudio mientras se atusaba la barba y el pelo un poco. Pasaron unos minutos que se me hicieron interminables, mi mirada no se apartaba de la suya, y mis oidos permanecian pendientes de todo lo que aconteciera fuera, parecia que la llegada de forasteros hubiera levantado a la gente de sus casas para enterarse de lo que sucedia
- ¿Que clase de bestia?- inquirió y despues me estudio, me miro el brazo -quitate la venda- hice eso y pudo ver la zona afectada. La piel estaba algo gris y negra en el perimetro del mordisco, y la carne donde habia mordido, estaba oscura. Un rojo muy oscuro. Ya no sangraba, estaba encostrado.
- Fue una especie de hibrido de lobo y hombre -conteste escuetamente- por favor, necesito ayuda. Si nos la facilita, le contaremos mas acerca del monstruo.

Despues, el lider miro a Canset. Estudio su gesto de saludo, su armadura y las armas.
- ¿De donde eres?

Mientras, me mantenia alerta a los pensamientos de los guardias y del lider para asegurarme de que no seriamos atacados, al menos, no sospechaban nada de mi.

-Soy un guerrero de una isla al sur de Camelot, a muchos kilómetros. Es una isla marginal, no creo que la conozcáis, además nunca tuvo un nombre oficial, aunque fue llamada por los habitantes la isla Magtio, y así quedó.
Me aclaro un poco la garganta a causa de la sequedad de no haber bebido en estos últimos dos días.
-¿Podríais ayudarnos, señor?

El hombre se levanta de su asiento, a pesar de estar algo demacrado por la falta de alimento, es bastante fuerte. Se pone a la altura de Canset y lo mira fijamente. Luego, da la vuelta y piensa, se toca la espesa barba y vuelve a girarse esta vez para mirarme a mi y a mi brazo, yo le aguanto la mirada, aunque me caen gotas de sudor, seguramente por la fiebre, pero me mantengo en pie a pesar de que mi cuerpo quiera derrumbarse.

- Esta bien, podeis quedaros y os ofreceremos ayuda, pero vosotros debereis ayudarnos tambien a nosotros. De momento, mis soldados os acompañaran a una de las tiendas, ya os dire lo que debeis hacer

Cuando iba a leerle la mente para saber cuales eran sus planes para con nosotros, los soldados me agarraron por el brazo y me sacaron fuera de la tienda, Canset iba a mi lado, pero el no iba sujeto, supongo que pensarian que podia caer en cualquier momento, cosa que hirio mi orgullo. Tan debil y lejos de la tienda no podia saber lo que estaba pasando por la cabeza de ese viejo desesperado y por lo que escuchaba de los soldados, tampoco tenian idea.

Finalmente llegamos a una choza. Parecia que hubiera sido desocupada hace poco, a lo mejor los inquilinos anteriores se habian ido, o habrian muerto... Me sentaron en una especie de catre y se fueron para volver al rato con mantas y con un par de mujeres que traian agua y algo de comida. Una tercera, mas mayor de unos 50 años, venia con morteros y otras bolsas con hierbas, seguramente seria la curandera. Hizo un gesto y me recline. Mire a Canset para que recordara decirle que mi sangre no debia tocarse "inventate algo" le transmiti a duras penas.